Lo primero de todo, hacemos la masa, la masa típica de galletas de mantequilla. Amasamos, damos la forma deseada y horneamos.
En este caso, decoré con fondant y los detalles con glasa. Comenzamos a decorar con el fondant: primero la carita (y en el mismo momento le hacemos los ojitos y la boca, sino, al secarse, será imposible que nos quede bien); luego el pelo (en este caso, la niña es rizosa y castaña, por lo que opté por un cortador ondulado que me ayudó para hacerle el cabello); y, por último, el vestido.
Dejamos que se seque bien y comenzamos a dar los últimos toques. Preparamos la glasa (clara de huevo, azúcar glas y unas gotitas de limón) hasta obtener una consistencia un poco dura para que nuestras decoraciones aguanten con la forma que le queremos dar.
Y ahora, sólo queda empaquetar. Dejaremos que se sequen muy muy bien, y comenzamos a colocar cada una en su bolsita de celofán.
Cortamos un trozo de lazo, ponemos la etiqueta que hemos personalizado y listo!
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